Iglesia de Nuestra Señora de la Encarnación. Inaugurada el 16 de Noviembre de 1504, por el Obispo de Jaén Alonso Suárez de la Fuente del Sauce asistiendo al acto los Condes de Bailén, Rodrigo Ponce de León y Blanca Sandoval. Es el edificio más característico de la arquitectura de Bailén, cuya construcción se inicia en el siglo XV, siguiendo los cánones del estilo «Isabelino», para ubicar en el tejido urbano la parroquia que sustituyera a la de San Andrés y Santa Gertrudis. El programa general de las obras respondía a la línea de otras iglesias góticas, que en aquellos momentos se construían en la provincia, como la de Santiago en Andujar, San Ildefonso en Jaén o la de la Concepción en Lopera. Como novedad constructiva de su inicial fábrica gótica destaca el uso del arco medio punto y de bóvedas vaídas de complejas nervaduras. Exteriormente llaman la atención los sólidos contrafuertes, de molduración mixtilínea y remates cónicos, sobre los que descargan fuerzas las bóvedas interiores. La Torre, en el lateral derecho, de estructura octogonal, presenta idéntica moldura mixtilínea a la de los contrafuertes, terraza con antepecho y a menor tamaño, cuerpo cuadrangular de campanas que culminan en un ornamento de remate cónico. Toda la fábrica es de sillería y bordeando el conjunto se levanta una lonja que le da autonomía y lo singulariza, aún más, dejándolo exento. La portada norte y la del oeste se inscriben en lo que tradicionalmente se nombraba como estilo ojival
Situada junto al edificio del Ayuntamiento en su fachada lateral, alberga la imagen del Nazareno. La fábrica de este pequeño oratorio es de sillería de asperón rojizo del término. Presenta una planta rectangular en la que se pueden distinguir dos espacios: uno el presbiterio cubierto con bóveda de medio cañón, falso bocel y rectángulo central con roseta. Desde este espacio y a través de un arco toral se accede al segundo cuerpo de proporciones cuadradas y cubierto con una bóveda de media naranja sobre cuatro arcos de medio punto, que apean en pilastras dobles; la zona más decorativa se centra en las pechinas decoradas con yeserías, barrocas y en el centro, escudos ovalados con los símbolos de la Pasión de Cristo. Exteriormente la portada está formada por un arco y en el tejado una moldura en gola remata el conjunto exterior, que solamente puede ser contemplando en una de sus caras. Siglo XVIII.
Ermita de Zocueca. En dirección a la ciudad de Andújar, tomando una desviación con el nombre de Zocueca, (vocablo de origen árabe que perdurará a través de los siglos unido al nombre de María Santísima), nos dirigiremos hacia las Nuevas Poblaciones de El Rumblar (Zocueca), pequeña aldea, situada en el municipio de Guarromán, comarca Norte de Jaén, en la falda de Sierra Morena (de 2.362 km). Regada por el río Rumblar, afluente del Guadalquivir y que gracias a este y al embalse que lleva su nombre, se riegan las huertas de San Vicente, verdadera despensa hortelana de la aldea y de la que destacaremos, el Santuario del Rumblar, cuya primera construcción data del año 1150, cuando los cristianos mozárabes levantaron, con esfuerzo una pobre y tosca Ermita para la Cruz. Una pequeña imagen de María era venerada con fervor al ganar el Rey Alfonso VII los campos de Bailén. Anualmente y coincidente con el último domingo de septiembre se celebra la Romería a la Virgen de Zocueca. Esta tradición se remonta a finales del siglo XIX, cuando los hortelanos de San Vicente en acción de gracias por haber visto salvadas sus huertas de una plaga de langostas, procesionaron a la patrona desde la Iglesia de la Encarnación en Bailén hasta su Santuario en Zocueca, distantes siete kilómetros entre sí.
Ermita de la Limpia y Pura. Su construcción data aproximadamente de 1490. En este lugar y por la proximidad al campo de Batalla y a las viviendas-hospital, es donde, según la tradición oral, se halla enterrado en su atrio el General Dupré, muerto en la Batalla cuando atacaba con sus coraceros en la zona de los Zumacares, al ejército español. Fue cedida, a la cofradía San Juan Evangelista, por la familia Tello Rentero y restaurada en 1985. En ella se encuentran las tallas de Nuestro Padre Jesús de la Sentencia y María Santísima de la Amargura.
Ermita de la Soledad (antigua de San Nicasio y de San Marcos).Restaurada en 1985, exteriormente se aprecian dos espacios diferentes que configuran su exterior: los muros que lucen encalados y los contrafuertes de aparejo de piedra regular vista, siendo dos de ellos los que enmarcan la portada de acceso al templo.
En su interior se conectan dos estilos divergentes: el gótico de la nave y el barroco del camarín-torre. La nave de trazado rectangular, queda dividida en cuatro tramos separados por tres grandes arcos apuntados de ladrillo visto. El cuerpo del camarín-torre comunica con la nave por un ventanal apuntado en alto desde el que se puede contemplar el espacio del mismo: a la izquierda del altar mayor esta situada la puerta de acceso a la sacristía y a la derecha la de subida al camarín, ambas de piedra y adinteladas. Los segmentos de la bóveda lucen con motivos vegetales, que simulan estípites, cubriéndose con placas mistilíneas y cabezas de niños. Cronológicamente la nave podemos situarla a finales del siglo XIV principios del XV y el camarín-torre en el siglo XVII
Ermita del Santo Cristo. Data su construcción del siglo XVIII. De ella destacaremos la planta de cruz latina y el aparejo de la fábrica de sillería. A los pies se abre la portada, remodelada, con arco de medio punto y espadaña de ladrillo, sobre una estructura de nueva fábrica. Tanto interior como exteriormente, la parte más interesante se concentra en el crucero y presbiterio menos reedificado, presentando una cubierta de medio cañón quebrado. La decoración gira en lomo al interior de la bóveda y a las pechinas, de las que sobresalen unas yeserías con motivos vegetales de hojarasca carnosa de acantos, que rodean escudos sin armas: en dos de ellos aparecen unos ingenuos tenantes-niños. En la actualidad y tras ser donada por las familias Corchado y Barreda a la cofradía de la Santa Vera Cruz ha sido acondicionada por los propios cofrades, ya que anteriormente, se habilitó como una escuela.
Capilla del Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Perteneció a una señora hacendada de la ciudad, Dª Mariana Soriano, quien en 1916 cedió la casa a un grupo de hermanas de la congregación de San Vicente de Paúl, llamadas de la Caridad. fecha en que llegaron y se instalaron en Bailén.